lunes, 24 de octubre de 2011

“Comprometidos con nuestro medio ambiente”.

EDUCACION AMBIENTAL COMO IDENTIDAD:

Por: July González

Parte de nuestra identidad como estudiantes lasallistas es la de sentido de pertenencia con nuestro medio ambiente es indispensable que la educación ambiental esté ligada con nuestros valores éticos como trabajadores sociales. A continuación se describe conceptualmente la educación ambiental como escenario de nuestra identidad.

Más allá de la educación tradicional, es decir, del simple hecho de impartir un conocimiento, la educación ambiental relaciona al hombre con su medio ambiente, con su entorno y busca un cambio de actitud, una toma de conciencia sobre la importancia de conservar para el futuro y para mejorar nuestra calidad de vida.

Afirmamos que educación ambiental "pretende lograr este cambio de enfoque, desempeñando un papel esencial en la comprensión y análisis de los problemas socioeconómicos, despertando conciencia y fomentando la elaboración de comportamientos positivos de conducta con respecto a su relación con el medio ambiente, poniendo de manifiesto la continuidad permanente que vincula los actos del presente a las consecuencias del futuro" (Abreu 1996)
Conservar el ambiente significa usar de forma racional los recursos naturales, para lograr un desarrollo sostenible que garantice que las generaciones futuras puedan disfrutar de los recursos naturales de la misma manera que nosotros.
A nivel formal la Educación Ambiental actúa principalmente en instituciones educativas y gubernamentales, actuando como eje transversal para que los egresados y funcionarios de dichas instituciones, aprendan a vincular sus funciones con la conservación y protección del ambiente.
EL PROYECTO UTOPIA ES IDENTIDAD UNIVERSITARIA: Es un concepto que integra la generación de oportunidades educativas y productivas para jóvenes de sectores rurales, de escasos recursos económicos, y que han sido afectados por la violencia.
El liderazgo nos hace capaces de lograr la transformación social, política y productiva del país. El sentido de identidad con este proyecto hace que seamos parte de la solución y no solamente espectadores pasivos de la realidad.
Además de esto en las diferentes sedes de la universidad de la Salle se cuenta con canecas para la reutilización de la basura y zonas verdes, como estudiantes lasallistas nuestro deber de identidad también está con el medio ambiente.

BIBLIOGRAFIA:
palmitiesta, R. (1995). ecologia y ambiente No 9. educacion para la vida biblioteca nacional, INPARQUES, MARNR. caracas, venezuela: ediciones divulgativas .

ACRÓSTICO LASALLISTA


Imaginando mundos nuevos
Dende la vida y la paz
Empiecen a reinar haciendo
Nuevamente de la persona una
Total donación  y entrega
Inigualable  en la promoción y
Defensa de los derechos, como
Asegurar también la
Dignidad de toda la población.

Libres de pensamiento y alma
Abiertos a la ciencia, a la cultura,
Sabiduría e investigación para
Alzar el vuelo  como destello
Luminoso  que siempre 
Libere al mundo: trabajo
Ideas y fuerte compromiso
Social  incluyente y dinámico,
Trayendo para todos paz,
Alegría, progreso y dignidad.

¿Qué nos dicen las egresadas?

Sandra Jaime ha recibido un reconocimiento como egresada lasallista, esto fue durante el cierre del Seminario Latinoamericano de Trabajo Social realizado en las instalaciones de la Universidad. 

Así incentivamos nuestra identidad ...

Angela María, de Bienestar Estudiantil nos cuenta...

Y ¿qué me queda del Viejo y el Mar?

¿Y…CUÁL  ES MI MAR  Y CUÁL ES MI PEZ?
Por: ASTRID  GÓMEZ PERALTA


El texto de “El Viejo y El Mar” inicia con dos datos precisos: “era un viejo que pescaba sólo en un bote” y “hacía ochenta y cuatro días que no cogía un pez”.  Esta información me permite ubicarme en el contexto, pero de manera especial en un posible sentir de Santiago.

Me llama la atención que era “un” viejo, “un” bote, y “84” días.  Inmediatamente me he remitido a relatos que ahora se me ocurre relacionarlos: La salida del pueblo de Israel de Egipto, su travesía por el desierto duró 40 años. El diluvio donde está el gran personaje Noé duró cuarenta días sobre la tierra. Las aguas crecieron y levantaron el arca, y se elevó sobre la tierra. Jesús llevado por el Espíritu al desierto para ser tentado por el diablo y, habiendo ayunado cuarenta días y cuarenta noches, al fin tuvo hambre. El viejo Santiago duró ochenta mas cuatro; el viejo ha doblado la totalidad de las cosas terrenales.

Lo anterior me muestra como diferentes personajes han vivido según su proyecto.  Y realizan su proyecto de acuerdo a las circunstancias, moldean con sabiduría la arcilla de sus vidas de acuerdo al escenario.  Pero encuentro escenarios muy dicientes para la existencia humana: desiertos y mares. Dos extremos. Parecieran ser antagónicos pero en el fondo revelan una realidad: la fragilidad y hondura a la vez del ser humano en la soledad, allí en el silencio del alma donde sólo habita la conciencia. El desierto como lugar esteril, árido e infecundo; el mar como lugar inestable, profundo y desconocido, sumamente fecundo y habitado en su interior; los dos con un elemento común: el sol ardiente. Es allí donde la persona se templa en su esencia más íntima, donde sólo se cuenta con la riqueza del ser y así como es el día de luminoso y quemante, también la noche es oscura e intimidante. Sólo allí se logra la auténtica revelación de sí.

Estos personajes citados emprenden su travesía por un objetivo claro, el viejo sabía qué quería, qué buscaba. Hoy me permito retomar en discernimiento mi proyecto de vida, ya muy decidido y felizmente caminado, pero con un muy necesario alto en el camino… ¿en qué escenario estoy viviendo? ¿Cuál es el mar en el que mi existencia se planifica? ¿Cuál es el pez que busca y se convierte en brújula de mi ruta? Estos personajes vivieron con intensidad, con altura y elocuencia. Santiago cuando llegaba a la orilla sin nada en su bote nunca perdió la esperanza, sus canas le permitían tener la seguridad de otro día, otra oportunidad, otro compartir, otro mar y otro pez. Esto me hace pensar en mi vida y lo que he hecho con ella, la manera como he asumido los triunfos y fracasos, los momentos en que mi vocación ha sido fecunda y los momentos en que ha estado árida, o ¿ha estado en un mar agitado? Y me pregunto nuevamente ¿cuál es mi mar? ¿Cuál su profundidad? ¿Cómo es mi bote? Es mas ¿tengo bote propio o es ajeno?

Pero hay en lo cotidiano de la vida muchos Manolos que ayudan a que esta sea fecunda y expresan frases como “Hay buenos pescadores pero nnguno como usted”, es cuando la vida cobra aliento y encontramos sentido en el amor de otros y para otros. Es cuando se descubre que podemos se “Manolos” para otras personas y hacer sentir que son dueños y señores de su mar, que son dignos de lograr buenas pescas, escelentes presas y no ser precisamente arrebatadas por tiburones intespectivos de la vida. ¿Pero, se podrá luego de la lucha y la entrega “Sentir lástima por el pez que había enganchado”? ¿Acaso no era este el objetivo? Qué bueno tener la meta precisa para no luchar por cualquier ilusión sino por aquello que con certeza se encontrará y dará plenitud. El pez que pique será digno de mi carnada, yo seré digna de mi pez. El diálogo se establecerá porque mi pez no puede ser perecedero, por el contrario será atracción para otros de forma que mi bote se llene con los peces que el mar me dé.

También comenzaré “a decir oración mecánicamente”, no mecánicamente no. Con Él dialogaré. En la mar de mi existencia será Él la presencia real de compañía, no la ilusión de quien no está, sino la fuerza de quien ama y está presente porque mi vida no será un “pedir prestado para luego pedir limosna” sino la expresión máxima de la riqueza y entereza humana.

Entonces no tengo duda de mi mar. Mi mar es la experiencia gozada del amor de mi Señor que bate sus aguas en la dulzura de la vida y mi pez será su amor revestido en santidad personal y comunitaria. 

sábado, 22 de octubre de 2011

La Aventura Lasallista

IDENTIDAD LA SALLISTA
por: Laura Camacho

La identidad es lo que reconocemos como parte de nosotros como algo que nos caracteriza y nos define en muchos aspectos de la vida que nos identifica y nos incorpora como miembros de una comunidad institución en fin.
Ahora me enfocare en la identidad desde mi experiencia lasallista la cual es un proceso por el cual acabo de optar y con el cual me siento identificada y cada día me siento cada vez mas parte ella, como si fuese algo que estaba esperándome tal vez para guiarme por nuevas experiencias y acompañándome en una de las etapas más importantes en la vida de las personas mi desarrollo profesional.
Identidad lasallista significa hacer parte de la institución universitaria la Salle y esto implica conocerla, cuidarla, construirla, aprenderla, respetarla, y disfrutarla hacerla parte de mi vida ya que ella ya me hizo parte de ella, requiere de paciencia pues ella estará con nosotros por largo tiempo nos mostrara nuevas formas de ver y percibir la vida, nuevas oportunidades de crecer y entender el porqué la educación superior constituye una parte importante del desarrollo de una sociedad, y como la educación que nos brinda cumple con las expectativas de cada uno de los que cada semestre se inscriben, esperando  cumplir o encontrar la realización personal; y en muchos casos terminan haciendo parte de ella en todos sus ámbitos encuentran una pareja, adoran su carrera se gradúan ,y trabajan allí.
La Salle es una familia donde todos vivimos en una casa, nos brinda protección nos ensena a vivir en ella, nos muestra sus virtudes, nos embarca en una aventura de conocimientos y experiencias, pero depende de cada uno el hacer que esta experiencia sea una de las mejores aventuras llena de retos y de esfuerzos, los cuales  se verán reflejados en los resultados del proceso de cada uno. Abran muchas veces en las que sentiremos que estamos demasiado agotados pero  siempre hay algo nuevo por descubrir es como una casa llena de laberintos donde en cada uno aprenderemos algo nuevo y solo nos divertiremos encontrándolos si queremos, pues nadie te obliga a entrar en ella ni a asumir la aventura es decisión de cada uno el hacer parte de lo que ella te ofrece, a cambio de que aprendas y explores cosas que de ella no conoces y tal vez descubras cosas que de ti tampoco.
Toda esta aventura así como nos lleva en un recorrido de aprendizaje también hace que cada uno de sus habitantes comience a definirse como miembro de esta casa y como partícipe de lo que esta nos ofrece, eso es lo que cada día la Salle nos brinda , y la forma como la incorporamos a nuestras vidas  es nuestra identidad, lo que de ahora en adelante nos  determina como miembros activos de la familia de la Salle y con orgullo y respeto llevaremos su nombre a lo largo de nuestras vidas agradeciéndole a ella nuestra formación  educativa, personal, y social, resaltando todas y cada una de las experiencias que nos esperan en esta casa.

GRACIAS SALLE

jueves, 20 de octubre de 2011

Escuchando una voz egresada!!

¡Qué orgullo, ser egresada Lasallista!

¡Qué alegría experimento al poder compartir con ustedes mi experiencia como egresada lasallista.  Pertenezco a la promoción de 1981 y fui graduada en esa prestigiosa Universidad en Agosto de 1982 como Licenciada en Ciencias Religiosas.   Me parece que fue ayer cuando caminaba junto con mis compañeros y compañeras por el viejo pero hermoso edificio de corte colonial de la Sede de Chapinero.  En él compartíamos las aulas con los estudiantes del Colegio de la Salle de Chapinero que poco a poco los iban trasladando al Colegio de la Floresta. 
Desde el primer día de clase, me identifiqué con su filosofía ya que tiene mucho que ver con el carisma de la Compañía de las Hijas de la Caridad, es decir el servicio al pobre de manera integral. El testimonio de vida de entrega, de servicio y los gestos de cariño de los Hermanos Oto Pántano y Oliverio Rodríguez con los estudiantes eran una demostración leíble del sentido de pertenencia con el espíritu de su fundador y una muestra fehaciente de su entrega no sólo como educadores sino como verdaderos evangelizadores en el ámbito universitario.

Las huellas dejadas en mi vida de Hija de la Caridad son imborrables y con orgullo puedo decir que buena parte de lo que soy como educadora de la fe se la debo en gran parte a la Universidad. Cada uno de los miembros que en ese tiempo la conformaban (Hermanos Lasallistas, educadores, personal administrativo y estudiantes) dejaron  en mi vida una huella muy profunda por su calidad como personas, su ardor evangelizador y su compromiso social que me enseñaron la forma y el estilo del verdadero discípulo de Cristo.

Quiero también resaltar un aspecto muy importante para mí.  En lo que se refiere a mi crecimiento como persona, experimenté por parte de los Hermanos y docentes un compromiso total con el progreso de la comunidad universitaria, fieles a la calidad y a los principios lasallistas: fe, fraternidad y servicio, presentes siempre en cada actividad pedagógica y en el contacto permanente con el estudiantado. 
Felicito a las Directivas de la Universidad Social Católica de la Salle por los progresos realizados tanto en la estructura de la edificación como en lo que se refiere a equipos tecnológicos,  actualización pedagógica y respuesta a las exigencias de la Iglesia y del mundo actual.   Esto habla muy bien del esfuerzo permanente de todos sus componentes  por hacer de esta querida Institución, un espacio de calidad formativa del estudiantado.
Es un orgullo como ex alumna haber sido parte de esta querida Universidad que se mantiene atenta a una sociedad en estado de cambio y actualización  con visión de futuro y pronta a dar muestra de su vocación de servicio especialmente con los más necesitados.

Sor Mildred Espeleta Fajardo
Hija de la Caridad

sábado, 15 de octubre de 2011

¡Lasallista en un mundo como hoy!

Por Astrid Gómez Peralta
La Universidad de La Salle, que nace del corazón de Juan Bautista de la Salle, quien  fue el primero que organizó centros de formación de maestros, escuelas de aprendizaje para delincuentes, escuelas técnicas, escuelas secundarias de idiomas modernos, artes y ciencias, ha de ser  referente significativo para los académicos que pisen sus aulas. Jóvenes con  un  sentir razonado y conciente por la identificación plena de sus saberes con el toque de la sensibilidad y compromiso social. Hoy Colombia reclama a gritos la presencia y actuar de ciudadanos preparados para asumir los retos que el sistema presenta con aparentes propuestas paliativas que lo único  prometedor es la  creciente oledada de mas desgraciados sociales o desperdicios humanos por culpa de un silenciamiento complice que permite la muerte constante de los hijos de Dios, de los hijos de la patria o sencillamente aquellos sin nombre porque su identidad no se registra en una cuenta bancaria.

Es allí en ese contexto donde el Lasallista debe estar presente y ser identificado no sólo por su cartón, por su anillo de grado, sino por su postura crítica, definida, coherente y propositiva. Lasallistas que dejen en alto el buen nombre de su Universidad, el vientre que los engendró en el conocimiento, en la ciencia y el progreso. Jóvenes profesionales que reten su propia existencia al cambio, al no acomodamiento y menos aún al sometimiento o enajenación en una estructura axficiante. Jóvenes lasallistas que hagan de la sociedad colombiana un especio propicio para germinar la paz, la armonía y la dignidad en los espacios micro y macro, hasta abarcar la totalidad.